Familia y estudios
José López Portillo nació el 16 de Junio de 1920 en la Ciudad de México.
Miembro de una familia de destacados intelectuales. Su abuelo, José López Portillo y Rojas, se distinguió como intelectual en el siglo XIX, fue miembro de la Academia Mexicana, diputado porfirista, gobernador de Jalisco en tiempos de Madero y brevemente, secretario de Relaciones Exteriores de Victoriano Huerta.
Su padre, José López Portillo y Weber, cadete del Colegio Militar que escoltó al presidente Madero del Castillo de Chapultepec a Palacio Nacional; destacó en el campo de las letras y contrajo matrimonio con Rosario Pacheco.
López Portillo estudió en la Universidad de Santiago de Chile. Cursó la carrera de derecho y ciencias políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y más tarde, obtiene el doctorado en derecho.
Impartió clases en la Facultad de Derecho y en la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, por espacio de 11 años; debiéndose a él la cátedra titulada "Teoria General del Estado" (impartida desde 1954).
Fundó el doctorado en ciencias administrativas en el Instituto Politécnico Nacional en la Escuela Superior de Comercio y Administración (E.S.C.A.).
A pesar de que su padre le había aconsejado que se alejara de la vida política; en 1958 acepta participar en la formulación del plan de gobierno del candidato priísta Adolfo López Mateos, quien por su brillante personalidad, le inspira la decisión de abandonar sus actividades privadas y participar en el sector público.
Buena porción del crecimiento durante el periodo de López Portillo fue ficticio porque la mayoría de las industrias paraestatales produjeron a costos desmesuradamente altos, que las obligaba a operar en números rojos y a no ser competitivas ni siquiera en el mercado interno, a no ser porque el erario público cubría sus pérdidas a través de generosos subsidios.
La abundancia es buena pero cuando se sabe administrar, López Portillo nunca reconoció la liga causa-efecto entre el gasto deficitario y la inflación. Tomó decisiones arbitrarias y financieramente inadecuadas, que detonaron la crisis más severa en la historia de México desde la Revolución.
La sobreoferta de los países productores y el ahorro de energía de los países consumidores provocaron , a partir de junio de 1981, el desplome de los precios del petróleo que arrastró en su caída a la economía nacional petrolizada.
Los préstamos poco responsables, que sumados a la falta de visión y a una corrupción galopante en el gobierno federal, terminaron no sólo por reducir a cero los beneficios del petróleo sino a multiplicar la deuda externa y a devaluar en más de un 400 % el valor de nuestra moneda.
Todavia esta presente en la mente de muchos mexicanos aquella frase pronunciada un 17 de agosto de 1981 por el exmandatario: "Defenderé el peso como un perro" pero de nada sirvió ese entusiasmo ya que a las pocas semanas, el 17 de febrero de 1982, se retiró el Banco de México del mercado de cambios, el gobierno se vio forzado a declararse en moratoria de pagos y tuvo que devaluar de 22 a 70 pesos por dólar.
Para minimizar un poco los efectos de la devaluación, el gobierno emprendió una disminución del gasto público, impuso más controles a la importación, subió los precios y tarifas públicas y elevó las tasas de interés; decretó un alza general de sueldos y salarios del 10, 20 y 30 % que elevó los costos de producción, se compraron dólares y los acreedores del gobierno dejaron de renovar sus créditos.
Desesperadamente el gobierno pagó en pesos los depósitos en dólares hechos por mexicanos en la banca nacional, para no enviar sus ahorros al extranjero; se cerró la venta de dólares por cuatro días y, finalmente decidió la estatización de la banca y el establecimiento del control de cambios. El Banco de México fue convertido en un organismo público descentralizado.
Tristemente el 1 de septiembre de 1982, día de su último informe de gobierno, López Portillo tuvo que encarar a la nación para anunciar al país la crisis por la que estaba pasando. Finalmente dejó la presidencia el 1 de diciembre de 1982, eligendio como sucesor a Miguel de la Madrid Hurtado.
Vida personal y muerte
De su vida privada se menciona que López Portillo contrajo primeras nupcias con Carmen Romano y del matrimonio nacieron tres hijos: José Ramón, Carmen y Paulina.
Se dice que estuvo involucrado sentimentalmente con su Secretaria de Turismo, Rosa Luz Alegría.
En 1995 contrajo segundas nupcias con la actriz Sasha Montenegro con quien tuvo dos hijos.
Sus últimos años fueron muy difíciles, porque tuvo una embolia que le dejó paralizado la mitad del cuerpo, y por otro lado se vio envuelto en una feroz disputa por la custodia de sus bienes entre sus hijos con la señora Romano y su segunda esposa.
Muere a la edad de 83 años, un Martes 17 de febrero de 2004 a las 20:15 horas, en un hospital de la Ciudad de México, a causa de una complicación cardiaca generada por una neumonía.
Despues de haber estado al frente del país, se alejó de la vida política y se dedicó a escribir su autobiografía y otros libros como:
• Génesis y Teoría del Estado Moderno (1965)
• Quetzalcóatl (1965)
• Don Q (1987)
• Mis Tiempos (2 tomos, 1988)
• Umbrales (1997)
• El súper PRI (2000)
José López Portillo nació el 16 de Junio de 1920 en la Ciudad de México.
Miembro de una familia de destacados intelectuales. Su abuelo, José López Portillo y Rojas, se distinguió como intelectual en el siglo XIX, fue miembro de la Academia Mexicana, diputado porfirista, gobernador de Jalisco en tiempos de Madero y brevemente, secretario de Relaciones Exteriores de Victoriano Huerta.
Su padre, José López Portillo y Weber, cadete del Colegio Militar que escoltó al presidente Madero del Castillo de Chapultepec a Palacio Nacional; destacó en el campo de las letras y contrajo matrimonio con Rosario Pacheco.
López Portillo estudió en la Universidad de Santiago de Chile. Cursó la carrera de derecho y ciencias políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y más tarde, obtiene el doctorado en derecho.
Impartió clases en la Facultad de Derecho y en la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, por espacio de 11 años; debiéndose a él la cátedra titulada "Teoria General del Estado" (impartida desde 1954).
Fundó el doctorado en ciencias administrativas en el Instituto Politécnico Nacional en la Escuela Superior de Comercio y Administración (E.S.C.A.).
A pesar de que su padre le había aconsejado que se alejara de la vida política; en 1958 acepta participar en la formulación del plan de gobierno del candidato priísta Adolfo López Mateos, quien por su brillante personalidad, le inspira la decisión de abandonar sus actividades privadas y participar en el sector público.
Buena porción del crecimiento durante el periodo de López Portillo fue ficticio porque la mayoría de las industrias paraestatales produjeron a costos desmesuradamente altos, que las obligaba a operar en números rojos y a no ser competitivas ni siquiera en el mercado interno, a no ser porque el erario público cubría sus pérdidas a través de generosos subsidios.
La abundancia es buena pero cuando se sabe administrar, López Portillo nunca reconoció la liga causa-efecto entre el gasto deficitario y la inflación. Tomó decisiones arbitrarias y financieramente inadecuadas, que detonaron la crisis más severa en la historia de México desde la Revolución.
La sobreoferta de los países productores y el ahorro de energía de los países consumidores provocaron , a partir de junio de 1981, el desplome de los precios del petróleo que arrastró en su caída a la economía nacional petrolizada.
Los préstamos poco responsables, que sumados a la falta de visión y a una corrupción galopante en el gobierno federal, terminaron no sólo por reducir a cero los beneficios del petróleo sino a multiplicar la deuda externa y a devaluar en más de un 400 % el valor de nuestra moneda.
Todavia esta presente en la mente de muchos mexicanos aquella frase pronunciada un 17 de agosto de 1981 por el exmandatario: "Defenderé el peso como un perro" pero de nada sirvió ese entusiasmo ya que a las pocas semanas, el 17 de febrero de 1982, se retiró el Banco de México del mercado de cambios, el gobierno se vio forzado a declararse en moratoria de pagos y tuvo que devaluar de 22 a 70 pesos por dólar.
Para minimizar un poco los efectos de la devaluación, el gobierno emprendió una disminución del gasto público, impuso más controles a la importación, subió los precios y tarifas públicas y elevó las tasas de interés; decretó un alza general de sueldos y salarios del 10, 20 y 30 % que elevó los costos de producción, se compraron dólares y los acreedores del gobierno dejaron de renovar sus créditos.
Desesperadamente el gobierno pagó en pesos los depósitos en dólares hechos por mexicanos en la banca nacional, para no enviar sus ahorros al extranjero; se cerró la venta de dólares por cuatro días y, finalmente decidió la estatización de la banca y el establecimiento del control de cambios. El Banco de México fue convertido en un organismo público descentralizado.
Tristemente el 1 de septiembre de 1982, día de su último informe de gobierno, López Portillo tuvo que encarar a la nación para anunciar al país la crisis por la que estaba pasando. Finalmente dejó la presidencia el 1 de diciembre de 1982, eligendio como sucesor a Miguel de la Madrid Hurtado.
Vida personal y muerte
De su vida privada se menciona que López Portillo contrajo primeras nupcias con Carmen Romano y del matrimonio nacieron tres hijos: José Ramón, Carmen y Paulina.
Se dice que estuvo involucrado sentimentalmente con su Secretaria de Turismo, Rosa Luz Alegría.
En 1995 contrajo segundas nupcias con la actriz Sasha Montenegro con quien tuvo dos hijos.
Sus últimos años fueron muy difíciles, porque tuvo una embolia que le dejó paralizado la mitad del cuerpo, y por otro lado se vio envuelto en una feroz disputa por la custodia de sus bienes entre sus hijos con la señora Romano y su segunda esposa.
Muere a la edad de 83 años, un Martes 17 de febrero de 2004 a las 20:15 horas, en un hospital de la Ciudad de México, a causa de una complicación cardiaca generada por una neumonía.
Despues de haber estado al frente del país, se alejó de la vida política y se dedicó a escribir su autobiografía y otros libros como:
• Génesis y Teoría del Estado Moderno (1965)
• Quetzalcóatl (1965)
• Don Q (1987)
• Mis Tiempos (2 tomos, 1988)
• Umbrales (1997)
• El súper PRI (2000)
Para los que gusten, tengo unas notas de lectura sobre la novela http://dukespeaks.tripod.com/quetzalcoatl-de-jose-lopez-portillo.html
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